Monday, October 23, 2006

Pedaleando a la Tranquilidad



Domingo 22 de octubre 11:20 de la mañana

Suena el celular, y por el sonido sé quien llama Es Fabián que me invita a salir en Bicicleta en el transcurso de la tarde. Yo acepto, pero todavía no conozco el destino. Ya son las 15:50 cuando salgo de mi hogar, con mi tenida deportiva hacia la casa de Fabián. Las bicicletas estaban aceitadas y limpias, solo faltaban un0s ajustes en las libras de aire y estabamos listos. A las 16:00 cerramos el portón y nos dirijimos al "Fundo el Venado" con previa escala en la laguna Grande de San Pedro.
Pedaleando y pedaleando, haciendo formaciones al igual que corceles sobre su galope avanzabamos entre vehículos, calles y pasajes hasta poder divisar el Anfiteatro que nos daba la bienvenida a la laguna.
Después de haber estado un rato con unos amigos y de beber un poco de agua decidimos enrrumbar hacia "El Venado". Hasta ese momento no tenía idea de donde quedaba, pero en conversaciones conocí el lugar, era más allá de Andalue y con una subida realmente empinada..

Mientras ascendiamos con tanto sacrificio el paisaje recompensaba cualquier esfuerzo, una vista hacia Concepción realmente increible, se podía apreciar desde la desembocadura del río hasta cierta parte de Lonco en Chiguayante. Claro que como el paisaje era bonito, el paisaje urbano igual cambió. Ya no existían casas sino manciones, ya no se veían los típicos toyota tercel ni los fitos sino que Nissan Terrano.... Yaris Sport 2007... y una infinidad de niños rubios y niñitas rubias que se veían muy buenas.... jajajajaj (subjetivo). A lo lejos veímos el lugar desde donde habiamos empezado esta travesía y relamente era lejos y por lo que sabía faltaba mucho más. Luego de una larga pedaleada entre mansiones y bosques llegamos al famoso fundo el Venado, digno sacado de los teletubbies, un pasto verde hermoso como fondo de Windows y el colegio inglés al fondo con una cancha de Rugby genial.

Ese instante, mientras apreciabamos el mar desde lo alto de los cerros apareció un ciclista por nuestro lado que se dirigía hacia el mismo destino que nosotros, pedaleamos un poco y lo alcanzamos y le preguntamos si acaso ¿él sabía llegar a la laguna?, ya que nosotros no cachabamos. En ese instante empezó la verdadera aventura. Bajabamos unos cerritos entre la amplia vegetación de eucaliptus y de otros grandes árboles que dejaban ver el reflejo del sol en la laguna, un poco más adelante el ciclista nos estaba esperando y nos pidió que dejaramos las bicicletas "Fondeadas", ya que al llegar a la orilla de la laguna podría haber alguien con malas intenciones, asi que nos internamos entre unos colihues y las amarramos a un eucaliptu y seguimos la marcha como infantes.

Cuando decidimos empezar a caminar, la cosa se puso un poco complicada, había que bajar por la ladera del cerro que estaba cubierta por hojas de eucaliptu que hacín resvaladizo y engañador el terreno. Luego de unos 5 minutos decendiendo llegamos a la rivera de la laguna... la vista increíble, el sol llegaba en todo su esplendor y provocaba una sensación térmica muy agradable. Mientras observabamos la laguna y analizabamos cómo tan cerca de la ciudad existía un lugar de tanta paz, Carlos se colocaba un traje de agua y se disponía a bucear. Ante esto Fabián y yo también nos metimos al agua, claro que yo en la orillita porque le tengo miedo al agua.


Luego de un buen rato en el agua, y con el miedo de quedar lleno de granos... me salí, mientras el resto seguía disfrutando de las bondades de ese caluroso día. Ya eran cerca de las 18:30 y esperabamos el momento para poder ver la puesta de sol a las 19:59 de ese día según el SHOA. A las 19:15 subimos hacia el camino mientras veíamos como la urbanización ganaba terreno entre la naturaleza eliminando sin disticnción bosques y habitat de flora y fauna hermosa como los cisnes de cuello negro que alcanzamos a ver con su peculiar graznido junto a su cría.
Ya no quedaba mucha luz y era hora de regresar a nuestras casas con una sensación de haber conocido un lugar muy bonito tanta cerca de nosotros que a veces no nos percatamos.

A las 19:54 nos separamos de Carlos y empezamos a bajar entre las calles asfaltadas de Andalue a una velocidad genial, donde los frenos expelían olor a quemado y viendo como los cuiquitos jugaban solos, ya que no tienen amigos en ese paraiso. Una vez en San Pedro pasamos a una Copec para recargar bencina, una buena Limón Soda para la sed. Asi continuamos lentamente hacia nuestras casas con un cansancio digno de un deportista de elite... yaaaa. Si tienen la posbilidad visiten ese lugar.

***"Sé que no me quisiste hacer daño, solo dijiste NO"***

3 Comments:

At 4:21 PM , Blogger LaRomané said...

Hace muuuuucho tiempo que no monot en bicicleta y por cierto que si hiciera un viajecito como el tuyo, no podria sentarme en un par de dias..jajajjaja

SAludos y gracias por visitarme
x0x0x0x
LaRomané/

 
At 6:15 PM , Blogger Ricardo Aedo Smith said...

Saludos soldado, al parecer estuvo espectacular el paseo por las casitas del barrio alto de San Peter.. bonito viaje..

 
At 1:01 PM , Blogger Andrée-Liz said...

Jajaja... me gustó eso de "fondo de Windows".

Tengo una amiga que es fanática de la naturaleza, igual que tú.

Se llama "Becka" y está en mis links.

Visítala!

 

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